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La Monarquía absoluta: documentos.

21.03.2012 17:35

LA MONARQUÍA ABSOLUTA: documentos para su estudio.

 

"Es sólo en mi persona donde reside el poder soberano, cuyo carácter propio es el espíritu de consejo, de justicia y de razón; es a mí a quien deben mis cortesanos su existencia y su autoridad; la plenitud de su autoridad que ellos no ejercen más que en mi nombre reside siempre en mí y no puede volverse nunca contra mí; sólo a mí pertenece el poder legislativo sin dependencia y sin división; es por mi autoridad que los oficiales de mi Corte proceden no  a la formación, sino al registro, a la publicación y a la ejecución de la ley; el orden público emana de mí, y los derechos y los intereses de la Nación, de los que se suele hacer un cuerpo separado del Monarca, están unidos necesariamente al mío y no descansan más que en mis manos" Discurso de Luis XVI ante el Parlamento (marzo de 1766)

JUSTIFICACIONES DEL ABOSOLUTISMO.

Frases de Bossuet.

“Considera al príncipe en su gabinete. De allí parten órdenes que hacen marchar concertadamente a los magistrados y a los capitanes, a los ciudadanos y a los soldados…Es la imagen del Dios, que sentado en su trono en lo más alto de los cielos hace marchar a toda naturaleza…Ved a un pueblo inmenso reunido en una sola persona; ved este poder sagrado, paternal y absoluto; ved la razón secreta que gobierna todo el cuerpo del Estado encerrada en una sola cabeza: estáis viendo la imagen de Dios en los reyes y tenéis la idea de la majestad real” Jacobo Bossuet, “Política sacada de las Sagradas Escrituras, 1679.

“El poder real tiene su origen en la deidad misma…de ahí que el trono real no sea el trono de un hombre, sino el del mismo Dios…el soberano tiene autoridad para hacerlo todo. Los reyes son reyes para poseerlo todo y dar órdenes a todo el mundo…todo el poder del Estado se encarna en la persona de príncipe. En él yace el poder. En él actúa la voluntad de todo el pueblo” Citado por Barudio Gunter: “La época del absolutismo y la Ilustración 1648-1779”, Ed. Siglo XXI, 1983.

El abate Bossuet defendió la actuación política del rey Luis XIV de Francia, máximo exponente del absolutismo monárquico y del centralismo, conocido como el "Rey Sol” o "Luis el Grande".                      

 Thomas Hobbes, pensador político inglés, defendió igualmente el poder de los reyes, pero desvinculándolo de sus orígenes divinos. En su obra "Leviatán" sostenía que la autoridad de los monarcas provenía de un acuerdo establecido entre él y sus súbditos.
Antes de llegar a ese pacto la humanidad había vivido en un estado de brutalidad, en el que regía la ley del más fuerte en un ambiente de guerra perpetua de todos contra todos. La necesidad de asegurar su supervivencia y superar el estado de barbarie llevó a los hombres a renunciar a parte de su libertad y transferirla a una autoridad fuerte que se alzase por encima de los intereses particulares y garantizase la paz. Hobbes consideraba a la monarquía como la forma de gobierno más natural para llevar a cabo esa idea.

ALGUNAS POSICIONES HISTORIOGRÁFICAS.

“La monarquía absoluta es un resultado de la rivalidad de dos clases: burguesía y nobleza. El rey, que necesita a los burgueses para sus finanzas y sus cuerpos de funcionarios, así como para resistir la presión de los señores feudales, obtienen fácilmente su obediencia y apoyo. El poder real enriquece a los burgueses con sus empréstitos, hipotecas de dominio, arrendamiento de impuestos, monopolios de explotación…protección contra las trabas señoriales al comercio….La aspiración suprema de los burgueses es ennoblecerse. Sólo el rey les puede proporcionar el ascenso de categoría social confiriéndoles cargos públicos…haciéndoles merced de patentes de nobleza…La burguesía se aristocratiza…La nobleza sólo puede defenderse contra la burguesía por favor del rey. En general, considerando sólo como profesión noble el ejercicio de las armas, la aristocracia descuida sus tierras y sus derechos feudales. Desde luego, la nobleza podía vivir en sus tierras con las rentas en especie y los servicios de los campesinos; pero le atraían mucho más la vida cortesana y los salones de las ciudades…De este modo el aristócrata se ve obligado a colocarse al servicio del rey, a solicitar, gobiernos en provincias o plazas fuertes, regimientos, compañías…En esta lucha de clases radica, quizás, el factor del desenvolvimiento de las monarquías absolutas” Roland Mousnier: “Los siglos XVI y XVII”, Ed. Destino, 1981.

“Los cambios en las formas de explotación feudal que acaecieron al final de la época medieval no fueron en absoluto insignificantes; por el contrario, son precisamente esos cambios los que modifican las formas del Estado. El absolutismo fue esencialmente eso: un aparato reorganizado y potenciado de dominación feudal, destinado a mantener a las masas campesinas en su posición social tradicional, a pesar y en contra de las mejoras que habían conquistado por medio de la amplia conmutación de las cargas. Dicho de otra forma, el estado absolutista nunca fue un árbitro entre la aristocracia y la burguesía ni, mucho menos, un instrumento de la naciente burguesía contra la aristocracia: fue el nuevo caparazón político de la nobleza amenazada” Perry Anderson: “El Estado absolutista”, Ed. Siglo XXI, 1984.

 

EL MERCANTILISMO.

 

EL historiador Pierre Deyon  considera al mercantilismo “como el conjunto de teorías y prácticas de intervención económica (del estado) que se desarrollaron en la Europa moderna a partir de mediados del siglo XV”.

Según este historiador el mercantilismo se relaciona estrechamente con el poder político:

“El mercantilismo expresa en todos los países una doble voluntad de poder, búsqueda de grandeza y riqueza. No existe en la Europa moderna lugar honorable para los estados incapaces de movilizar ejércitos y flotas numerosas. No hay sitio para los príncipes sin dinero y para los estados ascéticos. La propiedad comercial es la que hace circular las especies preciosas. El impuesto se paga en monedas de oro y plata porque así se paga a los soldados”-

“La política y la doctrina mercantilista revelan a la vez una evolución de las instituciones administrativas, de las voluntades políticas y un progreso de la sociedad. La comunidad de interés entre el estado y los príncipes agentes del desarrollo económico constituyó un poderosos factor de unificación nacional”

El mercantilismo constituyó un conjunto de teorías sin una programada conexión entre sí, por ello es posible afirmar que no conformó una escuela de pensamiento económico, ningún defensor del mercantilismo declaró pertenecer a una doctrina coherente.

 

¿Cuáles son las ideas comunes y permanentes de estos autores en materia económica?

 

ALGUNOS PRINCIPIOS.

 

Ø Inicialmente tanto los mercaderes ingleses como franceses apoyaron el metalismo y luego lo abandonaron, dijo un mercantilista francés, Bodin: “la abundancia de oro y plata es la riqueza de un país”. La monarquía española aplicó este principio en sus colonias americanas, a través de un rígido sistema de puerto único (Sevilla) y de flotas y galeones hasta el siglo XVIII.

Ø Ambición de dominio, cada país se sentía una nación, desarrollo del sentimiento nacionalista, Mousnier lo denomina “patriotismo”. Este aspecto se ve claramente en las palabras de Thomas Munn (director de la Compañía de las Indias orientales de Inglaterra) en 1622: “ si consideramos la belleza, la fertilidad, el poderío marítimo y terrestre de Inglaterra…convendremos que este reino es capaz de ser como del Universo, ya que ninguna otra nación es tan rica y naturalmente dotada de cosas necesarias para la nutrición, el vestido, la paz y la guerra…no sólo por su suficiencia sino también para abastecer a sus vecinas y ganar con ello cada año abundancia de especies y para llevar a buen término su felicidad”

Ø Todos los autores coinciden en el tema de la balanza comercial favorable. Thomas Munn sostuvo en 1664: “el medio ordinario de acrecentar nuestra riqueza y nuestras especies es el comercio exterior, para el que es necesario siempre observar esta regla, vender más a los extranjeros de lo que les compramos para nuestro consumo…el comercio exterior es la riqueza del soberano, el honor del reino, la noble vocación de los mercaderes, de nuestra subsistencia y el empleo de los pobres, las mejoras de nuestras tierras, la escuela de nuestros marinos, el nervio de nuestra guerra y el temor de nuestros enemigos”

Ø La idea de desarrollar las manufacturas  hace que estos teóricos en Francia e Inglaterra resalten trabajo creador y el desarrollo del espíritu de empresa.

La prosperidad de un estado según Colbert (ministro francés) solo podía lograrse a expensas de sus vecinos. Colbert invitaba a Francia a una “guerra del dinero”. Para triunfar en esta “guerra del dinero” procedió a un nuevo arreglo en las tarifas aduaneras, era necesario según Colbert: “exonerar las entradas de las mercancías que sirven para las manufacturas al interior del reino, y gravar las mercancías manufacturadas…y rebajar los derechos de salida de las mercancías manufacturadas en el interior del reino”. El instrumento de esta competencia sería el desarrollo de la Marina, la multiplicación de las manufacturas y de las compañías de comercio (acción similar al Acta de Navegación de Cromwell). El mercantilismo francés tiene como uno de sus pilares el intervencionismo en la industria (arsenales, cañones, calcetería, tejidos de lujo, ligeros, etc.) y también el comercio a través de las Compañía de las Indias orientales, occidental y del Levante.

 

TEXTOS EXTRAÍDOS DE: Pierre Deyon: “Los orígenes de la Europa moderna: el mercantilismo”, Ed. Península, 1970.