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Revolución de Independencia de Estados Unidos

09.09.2012 17:32

LA REVOLUCIÓN DE INDEPENDENCIA DE EEUU.

En el proceso revolucionario norteamericano podemos distinguir dos períodos: 1763-1776, durante el cual se verifica el proceso de independencia; 1776-1790, durante el cual se plantea, y se consigue estructurar un sistema nuevo de vida independiente, que fue por el camino del federalismo con la Constitución de 1787.

Con la Declaración de Independencia del 4 de julio de 1776, firmada por representantes de los “trece Estados de América”, entre ellos B. Franklin y Th.Jefferson, las antiguas colonias se separaron de la metrópoli (Gran Bretaña), creando un Estado constitucional republicano. En él se concretaron los logros de la Ilustración europea con respecto a las garantías jurídicas de los individuos y sus propiedades. En este proceso se visualiza la influencia de las ideas del pensador ingles J. Locke.

La independencia se venía gestando desde 1763, cuando Inglaterra intentó rehacer su hacienda pública, y para ello necesitaba recaudar impuestos, aplicando nuevos impuestos a las colonias americanas. De esta forma el rey Jorge III y el Parlamento chocaron con los intereses y los derechos de las colonias. Los planes de financiación del ejército permanente en tiempos de paz encontraron una fuerte resistencia en Massachusetts y Boston, centro de la oposición a la política británica.

La primera medida financiera (1764) estuvo representada por la ley de Ingresos. Tuvo una doble finalidad: aumentar los ingresos fiscales y presionar sobre el sistema mercantilista. Pero también esa ley proporcionó a los colonos un argumento decisivo para iniciar la protesta: ¿hasta que punto el parlamento estaba autorizado a imponer impuestos a las colonias sin que éstas tuvieran representación parlamentaria?

La siguiente medida finaciera fue la Ley del Timbre (1765), - fue la que movilizó la oposición colonial – tal ley imponía el estampillado de diversos documentos legales, periódicos, pergaminos y papel.

Por último, para aumentar sus ingresos, los británicos decidieron colocar impuestos a una serie de productos de procedencia inglesa que llegaran a las colonias: vidrio, papel, pinturas y té. Estas medidas provocaron una reducción considerable de las importaciones de estos productos y también de negros esclavos (los comerciantes de esclavos eran británicos).

La reunión en el mismo año (1765) de delegados de nueva de las colonias en Nueva York, produjo un núcleo de resistencia, consistente en la firme decisión de no aceptar la “imposición sin representación”. Se negaba, pues la autoridad del parlamento inglés para obligar a pagar impuestos a los colonos que carecían de representación en él, se aceptó el rechazo a los productos ingleses como medio de obligar a que se retiraran los impuestos.

Ante la resistencia de los colonos, los ingleses desembarcan tropas en 1768 en Boston, la más dramática acción fue conocida con el nombre de “matanza de Boston” (1770), los colonos por su parte incendian en 1772  el barco británico Gasppe en Rhode Island. La fuerza revolucionaria, alimentada por los numerosos periódicos y expuesta a la presión militar de Londres, culminó en el asalto a los barcos de té en el puerto de Boston, cuya carga fue arrojada al mar el 16 de diciembre de 1774. Esta acción llevada a cabo por un grupo de personas vestidas de indios, actuó como detonante. Inglaterra reaccionó con un conjunto de leyes, decretos y prohibiciones mientras que los colonos efectuaron los primeros preparativos de guerra.

En las batallas de Lexington y Concord de 1775 se enfrentaron por primera vez las tropas británicas y las tropas revolucionarias.

En junio de 1776 se realiza un Congreso continental (en plena guerra) con representantes de las trece colonias, será el que aprueba la Declaratoria de la Independencia, cuyo borrador fue escrito por Jefferson. La Declaración afirmaba la igualdad de todos los hombres, que toda persona es poseedora de “derechos inalienables” por nacimiento, incluyendo entre ellos “la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Según Gunter Barudio, el derecho a la felicidad “no era aquí más que la adquisición y libre disposición de una propiedad que a través de una serie de abusos del poder real mediante usurpaciones había terminado de colocar a estos Estados de América y a sus propietarios bajo el “despotismo absoluto””.

EL NUEVO SISTEMA DE VIDA INDEPENDIENTE.

Desde el mismo momento de la promulgación de la Declaración de Independencia, los norteamericanos se vieron en la tarea de crear un sistema de gobierno que al mismo tiempo respondiera al sentimiento de unidad, aglutinado en torno a la oposición a Inglaterra y reforzado con la guerra victoriosa, pero también que respetara las tendencias autónomas de las colonias, que presentaban diferencias económicas, sociales y culturales, además de antagonismos por cuestiones fronterizas.

Diferencias de tamaño entre las colonias: grandes y chicas. Diferencias de estructura económica: de latifundios en el sur, de granjas y navieras en el norte. Diferencias de estructura social: aristocráticas y esclavistas en el sur, democráticas y no esclavistas en el norte. Diferencias religiosas: anglicanos, puritanos, cuáqueros y católicos. Frente a tan honda diversidad, algunos elementos de unión: comunes tradiciones inglesas, el idioma, la existencia del régimen representativo, del sistema bicameral y de un gobernador en cada una.

Con la Convención de Filadelfia de 1787 se concreta luego de algunos meses de funcionamiento y diversos debates,  una Constitución de jerarquía superior a los trece estados que estableció un estado federal como la forma más adecuada para atender las diferencias entre los estados miembros de la “Unión”.